Estamos frente al concepto de mayor resonancia en los últimos años en el marketing, un concepto de asocia la suma de ideas favorables y mejor construidas en los consumidores, en la mente de dichos consumidores; un muy conocido aforismo decía “no sólo vale ser honesto, más importante es parecerlo” y es que los productos no son o valen por lo que dicen y hacen sus productores, sino por lo que experimentan y recuerdan sus consumidores; así que más importante que el envase, la cantidad del contenido, el precio sino en el conjunto de ideas, creencias y experiencias que valora el consumidor al comprarlo. Podríamos concluir que el valor de un producto no está en sí mismo, sino en lo que representa para el cliente, en su marca.